Habitantes entre el individualismo y las comunidades hipertexto

Al final del tercer capítulo de “Los nuevos principios del urbanismo”, Asher presenta este esquema resumen de lo que considera las tres revoluciones modernas sucedidas en la historia del mundo Occidental y de las cuales se deduce su modelo de ciudad o de habitar el territorio:

ASCHER- LOS NUEVOS PRINCIPIOS DEL URBANISMO-26 copy

Asher defendió (hasta su último libro, “Diario de un hipermoderno”, escrito antes de fallecer en 2009) que la época en que vivimos no tiende al fin de la modernidad (en contra de lo que consideran los postmodernos). Mantiene que seguimos en una dinámica de modernización porque los elementos que caracterizan la modernidad no hacen más que desarrollarse hacia niveles extremos. Estos elementos son: La individualización, la racionalidad, la diversificación o diferenciación social.

Quiero centrarme en este post en reflexionar sobre la individualización. Asher explica que ese querer ser seres autónomos, no dependientes del clan ni de la naturaleza, que se manifiesta desde la edad del bronce y el hierro, momento en que el ser humano empieza a crear las tecnologías que le hacen sentir con capacidad para dominar a la naturaleza y a lo otro, en el siglo XXI se manifiesta de forma clara en el desarrollo de las tecnologías personales y personificables. Pero asegura que esto no lleva al aislamiento del individuo, sino que cada vez se realizan más interacciones sociales, aunque sean más débiles.

Realizando el PFC me preguntaba qué pasaba si ponía el esquema de Asher encima de un contexto no occidental muy concreto: el de los habitantes de un oasis, al sureste de marruecos, que siguen viviendo en la ciudad mercado, porque nunca llegó la industrialización, pero a la que les ha llegado la ciudad hipertexto, a través de todas las nuevas tecnologías de comunicación. Me preguntaba entonces cuáles serían sus paradigmas dominantes: ¿Podrían estar basados en la tradición, y a la vez en la incertidumbre y la gobernanza?, ¿Pueden tener vínculos sociales propios de la comunidad, fuertes y multifuncionales, y a la vez de la sociedad hipertexto, frágiles y diversificados? ¿La forma de gestionar sus bienes comunales puede ser a la vez por leyes del patrimonio y por leyes del Procomún?

No sólo me surgen estas preguntas poniendo el esquema de Asher sobre una comunidad tan extrema. También me ocurre poniéndolo sobre el territorio que habito, la Vega Baja del Segura. Los extranjeros de norte de europa que vienen a pasar su jubilación a este territorio, podríamos decir que son el perfil de sociedad hipertexto y sin embargo la capacidad que tienen de autoorganizarse, de crear micropolíticas internas de gestión y disfrute de sus bienes comunes, según su forma de entenderlos, me resulta más cercana a la noción de comunidad de fuertes vínculos multifuncionale. La diferencia con una comunidad de la ciudad mercado es que cada individuo no sólo forma parte de una comunidad, (en la distancia la mantienen con sus familias) además de mantener otro tipo de relaciones sociales, frágiles y especializadas (con los habitantes locales).

Lo que vengo a decir es que, si bien es cierto que la tendencia generalizada mirando desde arriba parece ser la de esa sociedad hipertexto, cuando miras de cerca, desde lo cotidiano encuentras vidas que no encajan completamente en una franja u otra del esquema de Asher, sino que hibridan paradigmas.

A mi me interesa comprender de cerca estas hibridaciones, que se traduce en diferentes formas de habitar el territorio, porque las herramientas que unos y otros necesitan no son las mismas  y porque mi interpretación actual es que el tiempo que nos ha tocado vivir se mueve en esa aparente contradicción entre una sociedad que tiende a un individualismo extremo (la necesidad de autoafirmación, autonomía, autosuficiencia, autoaprendizaje, de cada persona) y una sociedad cada vez más necesitada y capaz de unirse y autoorganizarse en forma de comunidades (de crear identidades colectivas, estar en las causas sociales o formar parte de comunidades de trabajo colaborativo).

2 comentarios en “Habitantes entre el individualismo y las comunidades hipertexto

  1. Me ha parecido muy interesante tu artículo, María, porque nunca me lo había planteado de este modo, con sociedades que se saltan el paso de la sociedad industrial. Me ha recordado en parte a dos casos particulares que viví en primera persona:

    – En 2012 formé parte de la Biennale BB7 en la que se invitó a varios grupos activistas a convivir en un espacio cerrado (un museo, la sede de la Biennale de Berlín). La idea era que la edición de la Biennale estaba centrada en el arte político y el comisario opinó que no había mejor happening/performance que invitar grupos de activistas a acampar en el propio museo. http://www.berlinbiennale.de/blog/en/?p=25581 Más allá de todo el debate del mismo (cómo el comisario se aprovechó del activismo y le salió un proyecto muy barato), los grupos que acudimos fuimos más bien a crear redes con otros grupos de otros países (occupy wall street, gente de egipto, de Palestina, de Moscú, de Berlín, Barcelona, Madrid, polacos… de todo el mundo, o de partes del mundo muy diversas, mejor dicho). Sin embargo, se convirtió en todo un ejercicio de convivencia muy muy difícil, en parte por la desterritorialización del lugar: cada persona acudía con un «background» diferente, con unos problemas diferentes y con unas prioridades diferentes. Todxs teníamos ganas de aprender lxs unxs de lxs otrxs, y fue muy enriquecedor pero también hubo grandes debates teóricos y diferencias de opinión en muchos aspectos, ya que en los debates y luchas políticas también se hieren muchas sensibilidades. Pero el mayor problema que percibí/mos desde dentro, fue la aplicación de las mismas dinámicas de la sociedad o el sistema contra el que estábamos luchando en el propio espacio que se suponía que era asambleario y horizontal, especialmente debido a actitudes sexistas y occidentalistas. Desde entonces empecé un «»»estudio»»» (de forma individual y amateur) de las microsociedades que se crean en las plazas y en las acampadas (15M, básicamente) así como en los grupos activistas, llegando a la conclusión de que se crean microsociedades híbridas, en las que las relaciones humanas están más afianzadas pero también son complejas e inciertas.

    -Los summerlabs, supongo que los conoces, pero me parecen la aplicación de la sociedad red al aprendizaje e intercambio, mediante la creación de diferentes nodos abiertos en los que cada persona puede participar de forma plena o intermitente. Son espacios de meditación y gestión conjunta y, lo más importante, abierta. Pero no sólo se plantean aspectos relacionados con el software o el hardware, sino también existen proyectos sobre comida, sobre huertos, relaciones interpersonales (proyectos sobre transfeminismo, por ejemplo) o sobre derechos humanos. Digamos elementos propios de la Comunidad que muchas veces en la sociedad industrial o incluso red se dan por sentadas, pero que es necesario que sean planteadas.

    Estos dos lugares de encuentro son un ejemplo de microsociedades, por así decirlo, un poco periféricas de lo que se supone que es el sistema, que son híbridas porque no se les puede aplicar al 100% ninguna de las características de las sociedades que comenta Asher.

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  2. Me parece una reflexión increíblemente interesante y me recuerda también, igual que a Candela, a situaciones personales vividas. Mi ejemplo es el de «la Tribu», colectivo de jóvenes hípertexto que busca la vuelta al campo. Ellos, fuera de toda reflexión, se han lanzado a recuperar antiguas zonas de cultivo, recuperando ecosistemas casi perdidos, y casas olvidadas o en ruinas en mitad del campo de Sella. Lo que me parece interesante de su caso es que, al contrario que nuestras generaciones anteriores donde la modernidad se entendía como forma de evitar el peso de la tradición heredada, ellos entienden la tradición como forma de salir de la modernidad heredada.

    Me refiero a que llegados a un punto de modernidad, sobre todo en lo referente al individualismo y la persona hípertexto, donde las relaciones se debilitan tanto, ellos buscan todo lo contrario, un colectivo donde las micro-políticas de apoyo mutuo tienen mucho que ver con la sociedad del tipo comunidad, afianzando las relaciones en el tiempo y marcando espacios de proximidad y vecindad. Lo cual no significa que hayan dejado de lado su ser multi-dimensional, también mantienen sus relaciones familiares, de ocio y de trabajo externas al grupo, y un contacto con la ciudad muy fuerte y muy diverso, ya que dependiendo del miembro de «la Tribu» con el que hables mantiene un tipo de relaciones u otras. Se da de esa manera una situación hibridada, pero no es espontánea ni casual, ni siquiera necesaria para resolver situaciones de gestión dadas. Es buscada, intencionada. Y se entiende como una forma de vida «humana».

    Desde mi punto de vista, buscan retomar lo bueno del sistema tipo Comunidad, ya que la fortaleza de las relaciones en contexto espacial cercano y una proyección temporal amplia, da seguridad al individuo, haciéndolx sentirse más capaz y útil en el mundo, al tiempo que más fuerte para enfrentarse a los problemas. Evitan muy probablemente la soledad y el vacío de las relaciones débiles de la sociedad hípertexto. Por otro lado, no renuncian a su modernidad, puesto que es fuente de libertad y de autorealización. Me hace esto pensar si no son precísamente los sistemas hibridados los ideales, y no las distopías futuristas o la melancolía por un pasado mejor.

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